¿No es verdad, ángel de amor?

La sesión del lunes, 3 de noviembre, la dedicamos al amor, en homenaje a Don Juan Tenorio. Iniciamos el taller con la proyección del cortometraje "Paseo" de Arturo Ruiz Soriano. Uno de los protagonistas, que jamás se ha declarado a una mujer, es animado por un compañero para saldar esa deuda. Y aunque el contexto de la cinta no es el más oportuno, como tampoco lo es el receptor de ese mensaje de amor, la situación se salda con una ternura y una emoción que se disuelven en la comicidad de la escena.


Tras el corto hablamos de las notas de capilla que los presos encarcelados durante el franquismo escribían a sus familias -antes de ser paseados- y que escondían en las grietas de las paredes de la celda con la esperanza de que otro preso, o una visita del exterior, pudieran hacer llegar a los familiares.
Para deshacer el nudo de la garganta, fruto de la emoción, hicimos un breve recorrido por algunos textos sobre el amor. Comenzamos con el poema "Corazón coraza" de Mario Benedetti pues en el corto se emplean algunos versos en la declaración del joven:

Porque te tengo y no 
porque te pienso 
porque la noche está de ojos abiertos 
porque la noche pasa y digo amor 
porque has venido a recoger tu imagen 
y eres mejor que todas tus imágenes 
porque eres linda desde el pie hasta el alma 
porque eres buena desde el alma a mí 
porque te escondes dulce en el orgullo 
pequeña y dulce 
corazón coraza 

porque eres mía 
porque no eres mía 
porque te miro y muero 
y peor que muero 
si no te miro amor 
si no te miro 

porque tú siempre existes dondequiera 
pero existes mejor donde te quiero 
porque tu boca es sangre 
y tienes frío 
tengo que amarte amor 
tengo que amarte 
aunque esta herida duela como dos 
aunque te busque y no te encuentre 
y aunque 
la noche pase y yo te tenga 
y no.

Hablamos después sobre las cartas de amor antiguas y comentamos un modelo firmado por Baltasar de la Escordilla:

Srta. Alberta Corbachán
Sueño mío: Hoy he tenido la dicha de volverla a cruzar ante mí y otra vez mi corazón ha latido apresuradamente. ¡Pobres paredes maltratadas de mi pecho!
Créame que no sé hasta dónde podría llevarme este sueño, que más que sueño, es ya una pesadilla. Su recuerdo acapara todos mis pensamientos. Siempre la veo ante mí. Usted es la mujer presentida, la única que ha llevado calor de ilusión a esta vida mía, que hasta ahora había transcurrido fría, desolada, huérfana de amor.
Ofrezco a usted, Alberta, mi nombre, un nombre sin tacha, y con él le ofrezco mi corazón.
Sufro pensando cómo recibirá usted estas líneas que han sido dictadas por el amor más apasionado que pueda imaginarse; pero ilumina mi alma un rayo de esperanza, y confío en que su respuesta ha de devolverme la tranquiliad perdida, ha de quitarme las zozobras que me atormentan, y ha de colmarme de dicha.
Con esta carta, Alberta, pongo mi vida en sus manos, y al hacerlo así le ruego que medite su respuesta, pues ella ha de hundirme en el más negro de los abismos o elevarme hasta el reino de la felicidad.
Con angustia infinita espera su respuesta su devoto admirador.

El texto "Oferta de empleo" de Juan Bonilla venía pintiparado para esta sesión pues es una declaración de amor personalizada en toda regla:

Preciso señorita de ojos negros,
melena negra derramada en cascada por la espalda,
uno setenta y tres de altura,
estudiante de cuarto de Arquitectura,
domiciliada en Vía Layetana, 17, octavo C, Barcelona,
su teléfono ha de ser el 3 45 67 81.

Imprescindible que haya leído tres veces
La Gran Eulalia de Paola Capriolo
y que cumpla años (24 esta primavera)
el 17 de abril.

Se ha de llamar Marta Trullols Aymé.

Se le propone salir a tomar algo
(aunque no sea en serio).

Interesadas llamar al 4 53 17 04.

Absténganse quienes incumplan uno solo
de todos estos requisitos.

Y restamos pomposidad al amor con ayuda de Álvaro de Campos (heterónimo de Fernando Pessoa) y su texto "Todas las cartas de amor son ridículas":

Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.

También escribí en mi tiempo cartas de amor,
como las demás,
ridículas. 

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas. 

Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
sí que son
ridículas. 

Quién me diera el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas. 

La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos. 

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas).


En esta ocasión propusimos tres posibles tareas (a elegir a conveniencia):

1. Escribir una carta de amor ridícula, tal y como sugiere Álvaro de Campos en su texto. Podéis incluir en ella todos los tópicos que queráis.
2. Escribir una declaración de amor seria en prosa o en verso.
3. Escribir una declaración de amor en la que predomine lo hiperbólico, en la línea del poema "Hipérbole del amoroso" de Carlos Edmundo de Ory.


Y estos son los trabajos de algunos componentes del taller:


Amor

Roma es reflejo en un espejo de la palabra amor, ¿será así la ciudad?, amorosa, cálida, entrañable, quizá, eso espero, pues allí tendré mi nueva morada.

Alfredo Domínguez


Carta de amor

Hola mi cielo:

Te escribo desde el infierno, este infierno mio en el que vivo desde que el destino quiso que tu luz rozara mi sombra. No como, no duermo, solo estás tú en todo, en el agua, en el cepillo de los dientes, en los calcetines… solo oigo tu voz, esa melodiosa voz que como sirena inmaculada escucho cuando me conecto a “youtube”, cuando llamo al ascensor o cuando me subo en el autobús. Estás sobre mí, dentro de mí, a mis lados, en frente y detrás… ¡Te adoro! ¡Te amo hasta enloquecer!, un amor que me hace atravesar las angostas calles de la felicidad persiguiendo esos cabellos negros como el azabache, como la cola de una yegua frisona andaluza. Ya no puedo resistirlo más, tu ausencia encoge mi corazón hasta reducirlo al tamaño de un garbanzo. Te siento hasta en la más insignificante partícula de mi enamorada piel. Quiero volver a hundirme en las profundidades de tus ojos, ¡mares secretos de perfumes ambarinos! Rozar tus labios con los míos, ¡fresa roja de néctar jamás probado! Jugar con tus dedos de gacela salvaje. Notar la esponjosa dulzura de tus modelados pechos coronados por una almendra con sabor a melocotón azucarado.
Muero por ti, mi cielo… necesito sorber tus besos hasta secar tu boca, acariciar lenta y progresivamente tus esculturales muslos rematados por el paraíso de todos los paraísos.
Si pudiera amarte, ¡oh si pudiera amarte!... cabalgaríamos juntos en la yegua alada de la ilusión y del sueño. Juntos recorreríamos el cielo ¡Oh, dios mío! ¿Dónde está el cielo?
Si me dieras tu permiso, amor, mi amor... tejería las olas del mar, mecería a la luna hasta dormirla, fusionaría las estrellas y con ellas grabaría tu nombre en todos los agujeros negros del espacio, hipnotizaría a la eternidad para que nuestro amor nunca terminara, haría que las nubes rozaran la tierra para que llovieran colinas de verdes praderas donde toda clase de flores te regalaran su perfume y en su aroma perdernos.
Ahora te dejo. ¡No! Bien sé que dejarte no puedo. Ahora... ahora mi amor, mi luz, mi cielo, ahora me apartaré un momento, un nuevo y eterno infierno, mientras espero tu respuesta, porque eres tu mi amor quien tiene la última palabra, el último verso capaz de calmar y colmar este ruego

Vicente M. Martín


Amores de viento y luna

Despierta la noche con la brisa
que enamora a la luna.
Besos de viento
jadean en las nubes
con una danza de sueños.
Retazos de aire
revolotean junto al cielo
donde anida el sentimiento.
Viento y luna,
amantes en la noche,
descalzan la pasión
que brota del paisaje
coronado por la vida.

Sofía Montero


El amor no se busca, surge por casualidad
(Breve comentario y demostración de que la distancia no es el olvido)

Tú, no eras de aquí, y yo tampoco, por casualidad, un día te vi, ¡Sí, por casualidad! ¡No digas que no, fue por casualidad! , tarde tiempo en volver a verte, en cruzar una mirada, en cruzar unas palabras, nos volvimos a encontrar por casualidad, y por casualidad quedamos, y hoy después de muchos años seguimos juntos, quizás por casualidad, porque lo más fácil era olvidarnos, la casualidad hizo que esto no fuera casualidad, que fuera un fuerte compromiso.

Luis Iglesias


Si pudiera

Si pudiera pintar
de nuevo el cielo,
lo haría de color
de rosa como aquel
algodoncito de azúcar
que se derretía en
tus manos mientras
me acariciabas toda.

Si pudiera pintar
de nuevo la luna
lo haría de color
azul pálido, colgada
de un puente romano
y bañada por el
agua de un arroyo
en silencio misterioso.

Si tuviera que elegir
un día de piel y
saliva, de besos y
caricias, de risas y
y sonidos, elegiría
aquel que el reloj
marcaba sin manillas
las horas.

Si pudiera,
si tuviera,
si quisiera,
seguiríamos
en la cueva maravillas.

Carmen Alonso


Carta de Amor

Tesoro mio:

Ayer supe que en breve te irás muy lejos.
Dicen que un mal de amores te ronda y que sin cura posible, te consumes.
Dicen que para tí ya no hay día. Que para tí todo es noche, una noche fria, sin techo y sin lecho. Que preso de una voz que no susurra tu nombre, vagas sin aliento. Que no tienes tregua ni reposo. Que ciego, sólo respiras amargura y cual noria giras alrededor de un soplo que no te corresponde. Bien se yo cuán cruel es el remolino que envenena el rio.
No te vayas angel mio. No te vayas así, que el amor es luz y no tiniebla.
Si un Cupido caprichoso extravió su flecha y herido de vida te dejó, ama. Que amar no es poseer al amado, y no amar es siempre errar. Que solo hay un camino al Amor, y es amar.
¡Cuánto infortunio nació de una adversidad trivial! Las mazmorras estan llenas de corazones secos que ante un no, juraron ¡jamás!, y ante un adios renegaron del único dios que existe, insignificante grandeza, el Amor.
Luz de mis ojos, mi bien, ¿es que acaso no lo ves? Todos llevamos la huella de unos dientes en la frente. Es el rastro que deja la serpiente. Firma que puede ser sentencia, exilio, árida condena o simple cicatriz de severa y dura prueba. Porque has de saber alma mia que sin patria y sin hogar vive quien al latido de su sangre renuncia y sin clemencia se destierra.
Yo te amo. Amo el amor que brota en mi cuando estás a mi lado y cuando sin estarlo, sueño que me ovillo en tu pecho y siento, ¡oh cómo lo siento! ... que en ese momento soy yo y eres tú y es un ahora, un ahora luminoso y claro.
Yo te amo. Vestida de Arco Iris lo proclamo, y en mi proclama no hay tristes margaritas que con sus pétalos mutilados, cual primitivos oráculos, me indiquen si este amor que me posee será por tí recompensado con un nido de nubes turquesas, o de caballos alados.
Tesoro mio, mi bien, no te vayas. Así no, que el Amor es luz y no tiniebla.
Deja que tu corazón hoy sangrante, rebrote. Verás que su fruto es cuna de una aurora infinita y humilde y resplandeciente y que esa tumba hambrienta que tanto te seduce, solo es espejismo, quimera que confunde el inagotable resplandor del amor con el brillo fugaz del relámpago sin raigambre, del tronar desafiante del deseo.
¡Oh vida de mi vida!
Yo te amo. Te amo y te deseo y en cada instante espero que tus ojos descubran este océano en fuego, pero Cupido te tiene ciego. ¡Maldita sea la punteria de un arquero que enmaraña las ansias y los alientos!
¡Oh sueño de mis sueños!
No te vayas amor. Así no. No dejes que el despecho te convierta en su esclavo, en su reo. Aparca tu deseo insatisfecho y si has de amar, ama sin mas, como ama el sol, o el mar o el viento. Como ama el árbol, la lluvia o el trebol. Puede que pronto tu pecho encuentre su lecho sin techo en otro pecho, y tu cuerpo y su cuerpo se conviertan en ovillo de lana con el que tejer un ahora sin ayer y sin mañana. Un ahora sin tiempo.
Ojalá fuera yo hebra de ese tejido tejido entre tiempos y no tiempos. Mas si no lo fuere .... ¡ay si no lo fuere! si no lo fuere amor, quiero que sepas que enferma o loca siempre de amor, no dejaré que las tinieblas me venzan y conjuraré de nuevo a la única luz, insignificante grandeza, que convierte mi miseria en realeza.

Tuya siempre

Anabel

Ana Isabel Fariña


Tareas “No es Verdad Angel de Amor”

Declaración de Amor Real(ista)
Tengo tal nudo en las entrañas que llevo meses para escribirte estas pocas líneas y confesarte al fin mis sentimientos. Lo hago por escrito porque no sé si son correspondidos y no quiero que te sientas incómoda si vas a rechazarme.
No puedo más, necesito decirte que no te quito de la cabeza, que en mi mente paso cada minuto contigo. Pero no te apures; si tu no sientes lo mismo, rompe este papel y nunca habrá existido. Yo haré como que no he llegado a escribirlo y seguiré admirándote en silencio y tratando de hacerte la vida un poco más agradable, por si un día y con el tiempo llegara a conseguir que tu sientas algo parecido.
No voy a jurarte amor eterno; no creo en hadas ni príncipes y si en que podemos decepcionarnos. Y llegado el momento no quiero que puedas decir que te mentí. Lo único que puedo prometerte es que si me aceptas a tu lado lucharé cada día por hacerte la mujer más feliz del mundo.

Declaración de Amor al Empalago.
Esta mañana cielo, nada más despertarme pensé en ti. No puedo evitar hacerlo a cada paso. Cari, hasta cuando voy al baño pienso en ti. Pero de la forma más pura, ¡jo churri!, no vayas a pensar mal. Voy a gastar la batería del móvil dándote toques y ya he avisado a los del wasap que necesito que los emoticonos de los corazones sean mucho más grandes. Cuchufleta, creo que voy a empezar a llamarte más temprano, porque los diez minutos de “cuelga tú” de cada noche hasta que finalmente me salgo con la mía porque te vence el sueño me saben a poco.
Tu tonti.

Exaltación del Amor Exaltado.
Os adoro de la cabeza a los pies, de todo corazón, con toda mi alma, hasta el tuétano de mis huesos circula amor por mis venas y arterias, infiltrando mi sangre de vuestro virus que me llena de vida. Sólo porque sé que vos existís.
Adoro vuestro cabello azabache, suave como el tercipelo, que se ondula como las olas del mar en una noche sin luna, que se mece a la brisa con suave murmullo como el que provoca el viento entre las hojas del más magnífico árbol del más colosal bosque.
Muero por vuestros ojos, dos esmeraldas pulidas y talladas sin mácula por el más reputado de los maestros joyeros. De un verde tan puro que sólo los más frescos brotes de los más hermosos valles son capaces de emularlo.
Adoro vuestra boca pintada en rojo pasión, rojo de la sangre que en mi cuerpo fluye por vos y de la que liba el más maravilloso néctar, el más puro zumo de los dioses, cuando me honráis con uno de vuestros inigualables besos de los que no seré jamás digno por mucho que me esfuerce.
Muero por vuestros pechos, cántaros de la más deliciosa miel, montañas de mi locura, fuentes del placer, manjares del deseo.
Adoro vuestra blanca piel, pura como la nieve de las más altas cumbres, como la leche de las vacas sagradas, como el tul más magnífico.
El tal mi amor, mi vida, mi sentido, mi alma… hasta el punto de parar por no hartaros de lisonjas.

Miguel Ángel Pérez


Declaración de intenciones

Amado,
Han pasado muchos años desde el día en que nuestras miradas se cruzaron, y noté, sin comprender cómo mis mejillas enrojecían y mi timidez se escondía tras una sonrisa coqueta. Mi corazón volaba mientras tus manos rozaban, casi sin querer, las mías.
Han pasado muchos años desde aquella primera noche llena de rubores y temores, y también de nuestra primera pelea e indescriptible reconciliación.
Han pasado muchos años y hoy solo sé que cuando quise darme cuenta ya eras el aire de mis pulmones, las horas de mis días, las esperanzas que me hacían fuerte cada día.
Han pasado muchos años y quiero gritar que te amé y que te amo por tu sonrisa traviesa, por el sabor de tu boca, por el calor de tu piel. Te amo porque has convertido mi mundo en una ilusión y porque juntos hemos construido una vida extraordinaria, porque lo peor de ti sigue haciéndome soñar, porque me has convertido en alguien mejor. Te amo porque siempre consigues hacerme sonreír y porque tus ojos me cuentan todo lo que necesito. Te amo por todo eso y por tanto más…
Pero hoy necesito escribirlo, no por ti, que quizá nunca llegues a leer esta carta, no. Necesito reconocerme en estas palabras, en estas líneas, en esta terrible caligrafía mía para que cuando mi mente se pierda en la oscuridad del olvido y se lleve todos mis bellos recuerdos, todos nuestros recuerdos, pueda seguir amándote o volver a amarte de nuevo.

Gemma Rojo


Carta de un enamorado a la deriva

Pas de la Casa (Principado de Andorra) 28 de Enero de 1983
Andorra la Bella

Mí amada Mª José:

Te escribo esta presente porque me arde el corazón y ya no puedo más.
Llevo dos días sin saber de ti…, es algo que me produce un gran dolor y siento que el corazón se me revienta en mil pedacitos. Pedacitos que se esparcen por el universo de tu belleza. Pedacitos que, después de tomar tu rostro prestado, retornan a mí en forma de agujas, cubriendo mi cuerpo desnudo cual sesión de acupuntura.
Te llamo por teléfono…y no contestas. En uno de los intentos, descuelgan…, me estremezco porque creí oír tu voz en recortes aterciopelados…, pero era tu madre y me despachó con algún que otro embuste y evasivas.
No solo los barcos van a la deriva. También lo hacen los caracoles. Hoy, he pasado toda la tarde en tu calle, rectando sobre las aceras nevadas como un caracol serio, apabullado, pensativo y sin importarle cual sería su destino. Llegaba a un extremo de la calle, me daba la vuelta, y volvía al otro extremo. En los trayectos repetitivos, me sorprendió una ventisca que bajaba de Los Pirineos aullando como un lobo herido: envolvió mi rostro hasta casi quedarme sin aliento…pero no sentía frio. Eran más fuertes mi dolor y mis pensamientos alborotados que un mero agente climático. Le conté a la ventisca lo mucho que te amo. Mª José… te amo como el huracán a la fuerza…la fuerza al huracán, Como el mar a las olas… las olas al mar. Te amo con toda la fuerza de mi ser y de mi corazón. Y pido a Dios que esa fuerza no remita nunca y que mi amor por ti atraviese las montañas y los valles de los Pirineos, y llegue a ti en forma de susurros de los riachuelos en pleno deshielo y del arco iris que revolotea sobre la primavera de mi esperanza.
Cuando llegaba a tu puerta me paraba, miraba a tu ventana, atisbé los ojos entre la nieve que caía embravecida…, pero no te veía. En un momento de lujuria, mi rostro se ilumino… ¡creí verte…! ¡que desilusión! Era tu madre.
Media vuelta. Otra vez los recuerdos golpeaban mi mente:
Tú, me agarrabas de la mano y me presentabas en sociedad. Me dejabas besarte de soslayo y mirando a otra parte, apartabas tu rostro del mío con diplomacia. ¡Qué estaba pasando! ¡Yo quería más… te exigía mas…! Y antes de anoche viniste a mi casa. Sin más preámbulos, te invite a que nos metiésemos entre las frías sabanas completamente desnudos. Al amparo de una luz manipulada para la ocasión, cerastes los ojos y me entregue en cuerpo y alma a que me sintieses y te estremecieses como otras veces. Mis caricias recorrieron tu cuerpo expuesto al mío, buscando calor…, pero mis dedos no sintieron crecer tu piel, mis oídos no oyeron gemidos de placer. De súbito, te levantaste del lecho que comenzaba a tener un resquicio de calor y bajo la luz tenue, con rapidez, te pusiste la braguita que compre en Paris como regalo para ti. Enfadada y apresurada, terminaste de vestirte y sin un beso y sin un adiós…te fuiste dejándome sumergido en una triste desolación.
Sin fuerzas y sin voluntad propia, apague el cassette y te puedo asegurar mi vida, que una vez más, fuiste la dueña de mis desvelos.
Amor mío:
¡Por favor! ¡Contéstame! ¡Dime algo!...me muero por tu amor.

Jean Pierre Dubois.

P.S
Antes de cerrar el sobre de esta carta, me ha llamado por teléfono tu mejor amiga y me ha dicho: Jean Pierre, olvídate de Mª José. Su amor de siempre, es decir, su novio ha vuelto con ella. A ti te conquistó para darle celos a él.
¡Ya vendrán tiempos mejores! He decidido no llevar esta carta al buzón. Subiré a la montaña, la romperé y que el viento haga el resto.

Nicolás Hernández López


Dicen que amar

Dicen que amar es un verbo gozoso y doliente,
un verbo de meandros tortuosos y desembocadura insegura,
de tierras poco firmes, donde el paso nunca es sereno
Dicen que al conjugarlo el caminante siempre se pierde
Que son sus tiempos, tiempos de niebla, laberintos,
enredos de luces y marañas que entre tinieblas siembran mas tinieblas.
Dicen que amar es un verbo caprichoso y voluble y novelero
y que siendo que es regular, es regularmente raro

Dicen que de no ser así, no es amor lo que conjugamos
Que si el rio es trasparente y el estuario franco
la tierra sólida, y el pisar del caminante pacífico y reposado,
entonces...

Entonces es un verbo hueco o frio el verbo que conjugamos.
Dicen que sin dolor no hay amor, y que sin amor todo es dolor.
Dicen que amar es un verbo caprichoso y voluble y novelero
y que siendo que es regular, es regularmente raro.

Dicen que amar es un verbo intrépido que solo conjugan los valientes,
que la valentia es una cualidad que solo con actos audaces se demuestra. El valor... Dicen que es valor la renuncia a las propias huellas,
que quien ama abdica sin dudarlo de su reino
y se somete gustoso al imperio de un cetro mas recio.
que quien ama siempre es esclavo, porque el amor es un verbo tirano.

Dicen que amar es un verbo caprichoso y voluble y novelero
y que siendo que es regular, es regularmente raro.

Dicen que amar solo es verbo dichoso cuando es arrullo que no conjuga uno solo
Dicen que para conquistar ese coro, todo; trampa, confusion, engaño...
incluso muerte, se permite, y que no hay coto.
Que es lícito abatir al ciervo, someter a la gacela,
poseer su risa, su perfume, su brio y su belleza... exhibir su hermosa cabeza,
su cabeza muerta. Porque no hay venado que sin alas, sobreviva en la pradera.
Dicen que amar es un verbo caprichoso y voluble y novelero
y que siendo que es regular, es regularmente raro.

Es falso.

Amar es solo amar, un verbo limpio y sencillo
que desconoce el condicional, el pasado, el pluscuamperfecto o el imperativo
Amar es solo amar, un verbo que solo conjuga un tiempo. El presente de indicativo.
Un verbo espontáneo que conoce cualquier chiquillo.
Amar es solo amar, un verbo inocente y solitario
que nace y muere en el caminante amante.

Amar es solo amar, un verbo de tierra sólida y clara y pisar sereno
donde el meandro y el pantano y la marisma, la estepa y el acantilado
son solo accidentes por donde el caminante pasea su amor con denuedo

Amar es solo amar, un verbo ajeno a la siempre incierta desembocadura,
un verbo trasparente y cálido que fluye a ratos manso y a raros bravo
Un verbo que sabe que en cualquier lugar puede estar su estuario.

Amar es solo amar. Un verbo desnudo que si la bruma llega y la maraña le envuelve,
al grito luminoso de un "Yo Amo",
ve como el dolor de la oscuridad se desvanece.

Amar es solo amar, un verbo osado, un verbo rebelde que a ningún tirano se somete
Un verbo que sin tregua defiende sus huellas
Un verbo siempre soberano que cuando lo desea, sin condiciones, se entrega.
Amar es solo amar, un verbo de estirpe libre
que una sola cosa se permite, amar y ser amado
en un arrullo sin trampas, muertes o engaños

Amar es solo amar, un verbo tan corto como largo
Un verbo que ajeno al calendario, se conjuga todos los días
con todas las letras del abecedario.
Un verbo que solo los caprichosos y volubles y noveleros
cubren con atavios extraños para esconder sus mas enmarañados miedos
Amar es un verbo regular, y siendo que es regular, es regularmente sano.

Dicen que al principio de los tiempos, en el amor todo era
y que sin saber por qué, un día, en una cacería, se sometió a la gacela
Entonces una intrépida y rebelde cierva
escondío el amor en un cofre en algún lugar de la pradera

Es falso.

Niña mía, no busques fuera y si te atreves grita: "Yo amo"
Verás cómo en un instante el dolor de la oscuridad se desvanece
Porque amar es solo amar. Un verbo limpio y sencillo, tan corto como largo.
Porque amar es una daga. Un fusil.
Porque amar es un tesoro. El único tesoro.
Porque amar es un verso. El único verso.
Porque Amar, cariño mio, es la única arma que desarma, la única arma que te salva
No busques fuera y si te atreves grita.

Mamá

Ana Isabel Fariña


"Hiperbolario amoroso"

Te amo tanto que duermo en un verso sin refugio
Te amo tanto que naceré cuando la luna se levante
Te amo tanto que camino entre cometas
Te amo tanto que salto sobre los arco iris
Te amo tanto que peino leones con tulipanes
Te amo tanto que recito piruletas
Te amo tanto que respiro risas y cosquillas
Te amo tanto que me alimento de columpios y toboganes
Te amo tanto que mi olmo da peras
Te amo tanto que mi batuta regala gotas de laurel encendidas.

Ana Isabel Fariña


Qué vacío, qué solitaria muerte,
camina en el camino de mis días.
Qué nostalgia, qué ausencia de alegrías,
existe en mi existencia ruda y fuerte.

Qué tristeza, qué agonía sin verte,
más que en vida de mis sueños, fantasías.
Qué dolor, qué pesares, celosías,
dónde paso mis días de esta suerte.

Inviernos estivales voy pasando,
y ahogando con sonrisas mis desdichas,
cambiando ante la gente el yo de mi alma.

Recuerdos en los tuyos voy buscando,
que me llenen de esencias de tus dichas,
para llegar mi ser a estar en calma.

Ramón Sánchez Rguez.


Señales

Suenan las campanas
Ella le espera sentada en la piedra del molino si no hay bombardeos;
si los hay, rezará en el sótano junto a sus padres y hermanos para que la guerra no cercene
lo que más le importa.

. . .

El resplandor en la chimenea le avisa
Está fuera en el granero.
Significa que su marido se ha alejado lo suficiente
El niño duerme y seguro que no despertará.
Siempre es la última vez
Cualquier día serán sorprendidos

Se amarán hasta que una sola bala los atraviese

. . .

Un momento que se repite obsesivamente en un delirio
Y se vuelve y vuelve y la ve venir pero no llega
por que no quiere que llegue y se termine ese momento

Antonia Oliva


La sorpresa

Sopla en la nuca
El reloj se frena en cada segundo
Cierra los ojos
Quizá sea
Cada permiso del cerebro es un si quiero
Cada tendón prepara al músculo
Comienza a deslizarse cada engranaje
Me giro y lo abrazo

. . .

Requiebros, no disimulo
Con crueldad, mejor así
Esquivas las orejas
Apago
¡Cruel! Mejor así
No beberé no hay retroceso
Duele más pronto
Mejor así

. . .

¡Rápido!, un café
se habla
juego de emociones
nada se cuenta
él, el placer
ella, el café con una nube
robando horas al día y a la noche
en un refugio seguro
no hay amor

. . .

Un verso de amor al desnudo.
Uno de desamor, cautivo.

Antonia Oliva


Carta al desuso, al olvido. A mi cercana muerte.
A un árbol… con tres heridas vengo

Estimada cercana muerte o a quien por algún casual me lea.
Como escribió el poeta del pueblo, con tres heridas vengo. La de la vida, la del amor, la de la muerte. Y aunque parezca mentira y en pleno siglo XXI, vengo a dejar este mundo de la mano cruel del ser humano. Condenado a muerte me hallo en la cuna de los árboles, en el África que tanto quiero. Mi delito, haber confiado en la buena voluntad de los hombres y mi pecado no haber seguido una religión con fervor para en estos momentos sentirme confortado.
La realidad le saca a uno de la vida, y le devuelve a los cementerios poblados de intrahistorias valientes, de verdades a medias que jamás verán la luz, mientras las plazas de los pueblos se llenan en los países ricos de tecnología con la que entretener a los niños, y en los países pobres de ropas nuevas y de falsas sonrisas. De domingos soleados, de candorosas y escondidas sábanas donde bregar con la política, el hambre, la ambición y hasta con la familia.
La herida de la vida la traigo, aunque conseguí plantar muchos árboles y criar animales, también sentí morir a varios, incluyendo algunos seres humanos. Cuando alguien te dedica su involuntaria última mirada algo imborrable se te clava en el alma. Una huida que te persigue ya hasta momentos como éste en el que te vienen recuerdos mezclados con ganas de vomitar y que alguien te despierte y te saque de este lugar nauseabundo donde el olor es insoportable. Donde el pecho te va a estallar por qué el corazón pesa más que la vida.
La herida del amor la traigo por que varias veces en mi juventud no fui correspondido, en mi madurez y en mi vejez ya no podré amar más. Van a cortar mis alas. Si quien lea estas letras vuelve a escuchar un disparo… que se acuerde de mí y de cómo tantas y tantas veces ha sido derrotado un ser humano.
La herida de la muerte la traigo en el sonido de cada noche, en el deambular de las botas de los guardias, en el cadalso que me llama en cada sueño. En cada gélido sonido del viento cuando oscurece. En los gritos de mis compañeros de celda cuando preguntan el porqué entre lágrimas cuando arrastras les sacan para no volver.
Si ves un árbol, acuérdate de quien lo plantó y valora que durante años cada día ha sobrevivido a pesar de los peligros de la naturaleza incluyendo la amenaza del ser humano. Si ves un árbol acuérdate cómo detrás hay una historia del tiempo, cada ser que ha interactuado con él. Si ves un árbol acuérdate de alguien que como yo los amaba tanto.
Sólo me consuela saber que con mis restos (aunque se los echen a los perros o a los cerdos los acabarán defecando y con ellos) abonarán el campo. Y por lo tanto muero tranquilo al saber que tras venir con tres heridas algún día daré de comer a un árbol y con mi fuerza saldrá fuerte y vigoroso para mantenerse en pie. Con mi muerte sanará la herida de la vida, la de la muerte y la del amor. Por eso muerte, aunque te siento cercana nunca podrás arrebatarme lo que un hombre puede hacer por un árbol.

Chema García


Declaraciones de amor

A Alejandro con todo mi cariño.

Crecimos juntos, hubo momentos de tensión.
Decían y comentaban que eramos novios, me enfadé y mi corazón se unió al suyo en el dolor.
Cuando tenía 12 años, destacaba su mirada y lo bueno que era.
Con 14 hacíamos locuras, íbamos al río, nos quedábamos hasta las tantas hablando.
Ahora lo hacemos pero con menos frecuencia.
Seguimos creciendo juntos, le enseñé a tirar con el arco y en el mismo sitio conocí a mi mejor amiga, mi tortuga Curiosa, mi pequeñina.
Siempre hemos echo tremendas locuras.
Termino este poema dedicándole las últimas líneas.
A los 16, destaca su altura, sus ojos verdes, largas pestañas y su grandiosa y auténtica amistad.
Te quiero, como siempre me firmabas XXX, seguimos creciendo juntos.

Iria Costa


Sueño
Soñaba con sus delicadas manos,
su precioso tacto, su aroma que quedaba entre mis sábanas.
Soñaba con verle, aproximarme y besarle.
Soñaba con buenos momentos, grandes compañías a su lado.
Aquella última cena no fue mi despedida.
Añoraba sus besos, sus manos, sus delicados labios al tenerle tan cerca.
Soñaba con sentirle, amarle y tocarle.
Hacerme suya, suya para siempre.
Añoraba el olor que dejaba en mis sábanas, una vez más.
A Sergio Barbera Gómez

Iria Costa


CALEIDOSCOPIO

Te amo.
Eres el abrazo que cada día necesito, el beso fresco que esperan mis labios momentos antes de despertar.
Te imagino cuando no te tengo, cuando me alejo de ti y, en ese espacio físico pienso en qué harás tú en mi ausencia, en cómo peinarás tus mañanas sin mí.
Me abandono a ti. Hasta intento encontrarte en las aguas artificiales donde sumerjo mi cuerpo, imaginando que eres tú a quien me entrego y, percibo por un instante el olor de tu cercanía, regalándome tus besos de mestranzo.
Después, visto mi desnudez con la soledad que invade esos días oscuros e intento adornarla con la música que rodea tu recuerdo, imaginándote.
Te quiero tanto,…
Que me asfixian las mañanas que pasan sin apenas hablar y, al llegar la tarde, salgo a buscarte corriendo por las calles, por las plazas de la ciudad.
Me detengo en los parques y grito tu nombre al tiempo que giro mi cuerpo cuando creo que te he encontrado. Levanto la mirada y tu imagen se esfuma diluyéndose en la noche…
Vuelvo a casa intentando llenar el espacio que nos separa abatida, frustrada, perdida.
Te tengo tan cerca, y al mismo tiempo… ¡tan lejos!
En mis noches de insomnio, cuando mi corazón late más deprisa y el reloj cuenta sus vueltas más despacio, vuelo hacia ti.
Como un espectro que deambula entre el pasado y el presente, inicio la descarga de mi energía y me elevo abandonando las sábanas blancas y frías que rodean mi cuerpo, huyendo por la ventana, que seguro tú abriste de par en par, de mi dormitorio.
Busco tu olor en medio de la noche, me consagro a ti, a tus manos, a tus besos, a todo tu ser por completo.
Es entonces cuando siento tu presencia en lo más íntimo de mi ser. Cierro mis ojos, atravesando así el espacio en el cual nos encontramos y nos amamos, donde ahora puedo acariciar tu rostro y pronunciar tu nombre:
¡¡ N A T U R A !!
Tus fuertes brazos sujetan mi cuerpo firmemente al tuyo y me transportas a lomos de tu cuerpo alado, mostrándome esos lugares de donde no quiero regresar. 

… 

Un río cálido que recorre mi rostro me despierta del sueño, casi eterno, en el que estoy a punto de diluir las moléculas que componen mi cuerpo, casi al tiempo de volatilizarse.
La música, de nuevo me acompaña con la canción que llenará el día que está a punto de despertar: “Best day of my life” y pienso que, tal vez, puede ser el mejor día de mi vida. Al menos, intentaré hacerlo especial, desde la singularidad que guarda el día que nace, distinto al anterior en colores, olores, gestos, sonrisas, miradas… aprendiendo a quererte desde las distancias cortas que nos unen, añorarte en las distancias largas que nos separan, que nos hieren y nos curan sin diferencia del espacio-tiempo que cubre mi cuerpo con un halo emocional, falso o verdadero, que se presta a imaginarme naufraga en medio del océano más profundo de cuyas gélidas aguas emerjo en la verticalidad que hace explosionar mi cuerpo y expandirlo sobre la isla que eclosiona en medio de la nada, en la orilla del todo.
Esa isla que lleva tu nombre y en la cual deseo descansar en sus brazos de arena, que no son otros sino los tuyos apretándome contra tu pecho hasta casi hacerme espirar mi último aliento. Aliento que sólo recupero bebiendo de tus labios húmedos nacidos, tal vez, de las aguas de las maravillosas Cataratas Victoria. Maquillados, quizás, con el carmín que cubre el más puro atardecer en Nueva Zelanda, allí donde, seguro, emerge la enredadera verde que me ata a ti, envolviéndome por completo hasta elevarme al punto más alto desde donde escucho el sonido del viento virando entre los blancos acantilados de Dover.
Todo un regalo a mis sentidos para, una vez más, cerrar mis ojos y sentirte tan cerca y a la vez, tan lejos…, pero siempre gritando a los cuatro vientos lo mucho que te quiero.

Tina Martín Mora

Me basta

Porque me basta con saber tu nombre, promesa de futuro y esperanza, balada de alegría y llamada de amor.
Porque me basta con escuchar la melodía de tu risa y poder dibujar en tu rostro una sonrisa.
Porque me bastan esos breves mensajes de “Buenos días” y “Qué tal el día”, porque me basta con estar a tu lado esos ocho minutos y treinta y seis segundos que tan espero el resto del día.
Porque me basta con leerte, mirarte y escucharte, porque me basta con sonreírte y hablarte, porque me basta con acariciarte y amarte.
Porque me basta con enfadarte e irritarte, porque me basta con despedirte y adorarte, porque me basta con saludarte y abrazarte.
Porque me basta con que seas tú, con que tu felicidad contagie mi vida y tu angelical sonrisa saque siempre una mía. Porque me basta que estés bien, estés donde estés y estés con quien estés, porque me basta con que sigas el rumbo de la vida, aunque no sea con la mía.
Porque me basta con verte, aunque solo sea en los rincones de mi mente.
Porque con confesarte que te amo y disfrutar una vez más de los lunares que cubren tu piel y juguetear con los mechones de tu cabello, me basta.
Porque con perderme en el laberinto de tu cuerpo y la isla de tus besos, me basta. Porque con fundirme en tus labios y sumergirme en el océano de tu intensa mirada, me basta.
Porque con convertir la tinta que empaña estas palabras en el amor que da sentido a mi vida, me basta.
Porque con rozar la piel de tus manos y desafiar al tiempo, porque con convertir a tu lado esos segundos en minutos, esos minutos en horas y detener esas horas en la eternidad de nuestro amor, me basta.
Porque con eso, me basta.
Porque contigo, amada mía, me basta.

Daniel Ruiz González


Ama quien abraza su destino y lo desgasta apretado al corazón.
Ama quien le arranca un trozo a la luna y lo guarda en el bolsillo para cuando salga el sol acariciarlo.
Ama quien abre un correo-e y envía la palabra amor a la estrella que más brilla.
Ama quien se arrodilla en la tierra e introduce en ella sus dedos hasta desgastarlos.
Ama quien deja que las palabras lo rodeen y lo fuercen.
Ama quien espera compartir una sonrisa o una mirada con su compañera de taller.
Ama quien llora y con sus lágrimas riega la albahaca del jardín soñado.
Ama quien sufre y con su dolor sacia la sed de la maldad del tiempo.
Ama quien ama y sabe que su amor siempre se quedará en el bordillo.
Ama quien se duerme con un poema de Gastón Baquero y lo sueña como un niño.
Ama quien recita el poema 15 de Neruda mirando a los ojos del mar.
Ama quien como el “toro se crece en el castigo y la lengua en corazón tiene bañada” y se postra ante la memoria de Miguel Hernández y le deja una lágrima de silencio.

Marcé Venttini (recién llegado de los Alpes italianos)

14 comentarios:

  1. Alfredo, te veo en Roma, !ya¡, trae alguna foto, por fa.
    Vicente, con estas cartas, tuviste que ligar mucho de joven, !eh¡.
    Sofía, eres irrepetible, inconfundible, te brota la poesía. Me gusta
    Carmen, tu puedes lo que te propongas, ! es genial ¡

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  2. Alfredo, te veo en Roma, !ya¡, trae alguna foto, por fa.
    Vicente, con estas cartas, tuviste que ligar mucho de joven, !eh¡.
    Sofía, eres irrepetible, inconfundible, te brota la poesía. Me gusta
    Carmen, tu puedes lo que te propongas, ! es genial ¡

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    Respuestas
    1. Así me gusta, Luis, perdón Anónimo. Por duplicado como los ojos las manos las orejas las piernas los pechos los testículos.
      Pues también los comentarios... En breve inicio los míos. Que te salga todo bien. Mucho ánimo. Y gracias. Ah, de joven no me jalaba una rosca... y de mayor menos... Hace falta algo más que palabras bonitas para conquistar a una mujer. En fin... Pero soñar me hace libre... je...je

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  3. Alfredo:
    Un breve precioso… que tengas buen viaje, saludos a los romanos, te echaremos de menos, seguro que nos regalarás alguna foto de ese paraíso del AMOR-ROMA, ¡AROMA a lavanda y tomillo. Los años de taller empieza a mostrar lo mejor de nosotros. Enhorabuena, Alfredo. Gracias.

    Sofía:
    “Viento y luna,
    amantes en la noche,
    descalzan la pasión
    que brota del paisaje
    coronado por la vida.”
    ¡Qué belleza sentir a las palabras convertirse en imágenes y escalar con los sueños las realidades que nos brinda la naturaleza!... bonito, muy bonito, Sofía. Enhorabuena y gracias.

    Luis:
    Elegante Luis, muy elegante tu texto… podría utilizar otros adjetivos para definirlo, creo que “elegante” lo viste bien y lo deja definido. Tus sentimientos también son muy elegantes. Bravo Luis. Mucha fuerza y ánimo. Te mereces lo mejor. Eres una gran persona. Enhorabuena y gracias.

    Carmen:
    ¡Quéguapo! Carmen…
    “Si tuviera que elegir
    un día de piel y
    saliva, de besos y
    caricias, de risas y
    y sonidos, elegiría
    aquel que el reloj
    marcaba sin manillas
    las horas.”
    Este año te estás destapando (como poeta je..je), admirable, me encanta… guapa tu poesía y guapa tú. Gracias y enhorabuena.

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  4. Alfredo, te veo con la mente en Roma pronto.Traerás fotos para los que no podemos ir. Breve, pero bueno.
    Carmen, tu si puedes, lo que te propongas. (Muy pensado,me gusta)
    Vicente, de joven debías ligar mucho, con las cosas que dices, tendrías todas las que quisieras.
    Sofía, inimitable, inigualable, me gusta, sino pones el nombre se que eres tu.
    Ana, que cosas dices, si lo lee el Rey, deja a Leti y va corriendo tras de ti. (El se lo ha perdido). Me gusta mucho, no pares.

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  5. Ana:
    “Si un Cupido caprichoso extravió su flecha y herido de vida te dejó, ama. Que amar no es poseer al amado, y no amar es siempre errar. Que solo hay un camino al Amor, y es amar.”
    ¡Vivedios que me he enamorado hasta “las trancas” de Anabel…!
    “Todos llevamos la huella de unos dientes en la frente. Es el rastro que deja la serpiente. Firma que puede ser sentencia, exilio, árida condena o simple cicatriz de severa y dura prueba. Porque has de saber alma mía que sin patria y sin hogar vive quien al latido de su sangre renuncia y sin clemencia se destierra.”
    Pura filosofía vital…
    “Amo el amor que brota en mi cuando estás a mi lado y cuando sin estarlo, sueño que me ovillo en tu pecho y siento, ¡oh cómo lo siento! ... que en ese momento soy yo y eres tú y es un ahora, un ahora luminoso y claro.”
    Pura poesía… ¡SUBLIME!... Me dicen algo así y me derrito cual chocolate a 50º.
    ¡Diosmio! Y así todo… Como ya he confesado todo lo confesable… lo confirmo y lo reitero…
    Gracias, Ana. Enhorabuena.

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  6. Miguel Angel:
    ¿Qué quieres que te diga? si en la tarea anterior me gustaron los tres textos en esta no me gusta ninguno. Me parecen "artificiales", simples, de deberes de secundaria.No tienen vida. El amor necesita sentimiento, pasión. Excesivamente fríos.
    Para otra vez será. Sigue intentándolo. Gracias por dejarme disfrutar y comentar tus textos.

    Gema:
    Me parece una cata muy tierna y bien escrita. Enhorabuena y gracias.

    Nicolás:
    Está bien, pero hay que pulir más el texto, repasarlo, tienes facilidad, pero como casi todos lo repasamos poco y tenemos que darle 4 o 5 vueltas, reposado y repasado como algunos alimentos sabe mejor. Estas cosas como todas hace mucho la práctica y el entrenamiento. Por lo demás muy bien, gracias y enhorabuena.

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    Respuestas
    1. Vicente: ¿Sentimiento? Soy de titanio. (no es mía la frase). No es uno de mis temas, de nunca. Por eso precisamente había que escribir algo.

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  7. Gema, donde digo "cata" quiero decir "carta". Ves Nicolás eso me pasa por no repasar... ¡Hay estos listillos!. Perdón, Raúl, ¡cuánta guerra que doy!

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  8. ALFREDO: Ahí, insinuando más de lo que muestras.

    VICENTE: Si no te funciona la carta igual es porque siempre mandas la mima :-). Buen trabajo.

    LUIS: Me gusta, y me trajo a la cabeza esa cita atribuida a Lennon ("La vida es hacer planes mientras el destino se empeña en que ocurra lo contrario).

    CARMEN: Retrotraes a la adolescencia. Hermoso.

    ANA: Maravilloso, sin mácula.

    GEMMA: Hermoso y sentido.

    NICOLÁS: Buen trabajo.

    ANA (2): Muy hermoso y bien trabajado. Es más pieno que hasta si te pone solo puedes hacer con rima, porque en muchos versos ya te quedó. Está claro que este es un tema en el que te sientes cómoda.

    ANA (3): Este le capto menos sentimiento, pero bien trabajado también.

    Gracias por compartir vuestros textos.

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  9. Ana:
    De tus palabras brota la magia que acaricia las hojas caídas en el otoño en los bosques de la ribera del río Miño. Gracias por dejarlas saborear en este taller.

    Ramón:
    Un señor "sonetazo" que puede dejar a cualquiera con una parálisis bucal durante una semana. Grande, muy grande Ramón.
    "Recuerdos en los tuyos voy buscando,
    que me llenen de esencias de tus dichas,
    para llegar mi ser a estar en calma".
    ¡¡¡¡¡Impresionante!!!!!. Gracias y enhorabuena.

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  10. Antonia:
    Cautivadora, absolutamente cautivadora, me gustan los dos.
    “Un verso de amor al desnudo.
    Uno de desamor, cautivo.”
    ¡Maravilloso!. Gracias, gracias y gracias. Enhorabuena.

    Chema:
    Dura carta… Pero tierna y comprometida…
    “Por eso muerte, aunque te siento cercana nunca podrás arrebatarme lo que un hombre puede hacer por un árbol.” ¡Extraordinario! Chema. Gracias y enhorabuena. Genial.

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  11. Iria Costa:
    Poemas sencillos sin complicaciones, a veces queremos adornar demasiado nuestras vidas y las recargamos con palabras huecas y adjetivos mentirosos. Tú dices lo que quieres decir y ya está. Bravo Iria. Gracias y enhorabuena.

    Tina Martín:
    Te echaba en falta…
    Apasionados textos cargadas de palabras que las olas mecen en ese mar cálido y misterioso del amor.
    “…que cubre mi cuerpo con un halo emocional, falso o verdadero, que se presta a imaginarme naufraga en medio del océano más profundo de cuyas gélidas aguas emerjo en la verticalidad que hace explosionar mi cuerpo y expandirlo sobre la isla que eclosiona en medio de la nada, en la orilla del todo.”
    Intenso, Tina. Enhorabuena y gracias por no fallar en las tareas y poder disfrutarte.

    Daniel:
    Qué quieres que te diga… si solamente hay que leerte para rendirse. Extraordinario. Trabaja duro y quizás algún día podamos decir que te conocimos en tus inicios en un taller de escritura creativa, impartido por el afamado Maestro Raúl Vacas, en donde las conchas están pegadas a las paredes, lejos del mar, pero muy ancladas a la dura piedra salmantina y donde la poesía se enreda, se enreda, se enreda (como yo jejeje) . Grande Daniel. Enhorabuena y gracias.

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  12. Qué colección tan extraordinaria de amores. Cuánta fuerza trasmitís. Hay magia en todos vuestro textos Sean desesperanzados o no dan ganas de ponerse en alguno de los dos lados. Os amo por tanto derroche de emociones en el papel y espero que el amor os acompañe en el día a día.

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